domingo, 28 de junio de 2015

Tejedora de su destino

Dotada de una habilidad fuera de lo común para tejer su tiempo, será responsable de bordar la esencia de su mundo. responsabilidad que no siempre está dispuesta aceptar, Sin embargo los hilos del telar, tienen bien atado su destino, para que aprenda a ser más hábil, en la trama de la vida. 

Un hilo fino en un gran tapiz, aunque lleno de color, no sabes si eres parte del diseño de la gran creación. ¿Quien de su vida sabrá el valor? o ¿quien lo ha de apreciar', nunca lo verá ojo de mortal, tu lo debes mirar con la mirada celestial. 
Y si un hombre todo lo extravío, ¿ha perdido su valor?, o solo es el principio, nueva vida comenzó!. Del hombre riquezas o su vigor, no debes de juzgar, por lo que ganó o lo que regaló, Respuesta verá quien va a mirar, con la mirada celestial. 
Si nada es lo que tienes mucho más es lo que te rodeará. Y nunca te lamentarás, si sabes que tu vida va a cambiar y si no sabes que pasos dar solo tienes que bailar. 

miércoles, 24 de junio de 2015

Tejedora de alma


Hay una tejedora que habita en el alma de toda mujer para enseñarle a mirar su tiempo como un gran ovillo y sus dones como las agujas con las que dar formas a su vida. La tejedora del alma enseña a deshacer las zonas muertas y hacer alquimia con ellas transformándolas en abono para seguir adelante. Por eso dicen que cuando llegas a la casa de una mujer tejedora de alma has de poner mucha atención: Si entras y te regala una pipa, un tapiz hecho con sus propias manos o un cuento en realidad te entrega hebras perdidas que no has logrado domar o que ni tan siquiera conoces, claves para despertar a la tejedora del alma que duerme dentro de ti o, incluso, mira por dónde, palabras en forma de cuentos para abrirte a una nueva forma de mirar. Porque lo que jamás hace ninguna anciana tejedora ni ninguna mujer araña es perder el tiempo.

Los cuentos que narran la historia de las mujeres tejedoras del alma nacieron para recordar a toda mujer su enorme capacidad de restaurarse a sí misma, y su poder para construir el paraíso incluso en tierra baldía. Por eso quiero contaros la historia real de Ronin Wano, que también es una alegoría de la herida de todas las mujeres y del propio planeta.

Así comienza La tejedora de vidas, una historia de sanación bordada con las historias de muchas mujeres que durante generaciones aprendieron el lenguaje del alma para llegar a lo más recóndito de su ser. Trazaron mapas de vida con los cuentos de sus abuelas y cosieron con leyendas los pedazos de su corazón resquebrajado.
Hace mucho tiempo en un país lejano ella era la única nieta que su abuela sabia educó para que puntada a puntada y palabra a palabra descubriera los hilos ancestrales que tejen la memoria e hilan la vida; para que susurrara las verdades al alma de las mujeres despistadas y sus palabras devolvieran las fuerzas y ganas de vivir. Al crecer la niña debía enseñar a todas las demás mujeres de su tribu para mantener vivo el alma de su pueblo y el espíritu del río. La llamaron Ronin Wano, servidora de la serpiente, porque en lo más profundo de las más oscuras aguas del río a cuya orilla nació habita una anaconda que guarda los saberes y secretos milenarios con que todas las abuelas un día hilaron memoria, tejieron existencia y gestaron porvenir.
Durante muchos años la abuela envió a su nieta a lo más profundo del río para que aprendiera el idioma del agua y escuchara la historia de sus propias abuelas, a lo más alto de los más altos cedros para aprender los secretos que las hembras pájaros contaban a sus hijos y a los más difíciles riscos para perder el miedo a morir y a vivir. Cada noche de luna llena la abuela y la nieta se acercaban a las casas de las mujeres hastiadas para recordar les la fuerza de la flexibilidad y la fe en la vida. Pero cuando aquella niña creció todo cambió. Los árboles milenarios se talaban y se vendían para hacer parqué. Fue entonces cuando las hijas de sus hijas, que habían crecido contemplando un televisor, rechazaron su herencia y olvidaron el sencillo ejercicio de ser. Cuando Ronin Wano se convirtió en abuela su gente ya no se sentía unida a los árboles, ni al agua, ni a la luna; ni al vientre con sus ciclos. Fue entonces cuando la anciana supo que sus cuentos debían llegar a las mujeres de más allá del gran río que jamás habían aprendido a crear el tapiz de sus propias vidas y ahora debían tejer el gran tapiz de todos.

Hay un momento en la vida de cada mujer contemporánea en el que suele encontrarse frente a un cruce de caminos del que nadie antes le ha hablado: de un lado el camino marcado por la educación del mundo patriarcal en el que ha crecido donde encuentra hilos inservibles para tejer con el alma la vida que tiene frente a si, patrones demasiado estrechos, telas poco maleables y escasas posibilidades de fantasía. Al otro lado el reto de encontrar su propio hilo que casi siempre es invisible a los ojos pero no al corazón y que tiene el don de unir la herencia de las abuelas sabias con su propio camino y el de todas las mujeres. ¿Hacia dónde ir? ¿Cómo encontrar el hilo? ¿Cómo empezar a tejer la propia vida y sentirse completa? El periplo del viaje de la heroína también tiene estructura de tragedia griega: a veces la mujer muere para renacer, se hiela para descubrir, se agota para tomar fuerzas pero aprende a hacer alquimia con las emociones y encuentra dentro de si los hilos que la unen a todo. Eso enseña la vida, que siempre sigue adelante.
Tengo una abuela centenaria que teje con sus manos colchas, vestidos, cortinas, paños mientras, sin hablar, enseña el arte de tejer la vida: cada cierto tiempo escoge una muestra de entre todas las que componen su lata de labor, la estudia, toma el hilo y teje con la mano derecha mientras con la mano izquierda cuenta hebras. En su danza de dedos une las órdenes de su cabeza y de su corazón sin perder de vista su objetivo. Mi abuela abre bien su ventana para que entre la luz, mira a través de los ojos del alma la lana sin hilar y en ella adivina lo que ya existe dentro de ella para proteger a los suyos del frío del corazón. Es al contemplarla cuando me doy cuenta que aunque durante miles de años bajo la sociedad patriarcal el alma de la mujer durmió, se silenció y sufrió la profunda herida que yo misma he heredado; el hilo invisible de memoria mantuvo viva la sabiduría femenina más allá de la mente, justo en el centro del corazón. Por eso la mujer se rompe cuando se aleja de lo que realmente importa. La tejedora del alma está presente en los cuentos de todas las sociedades ancestrales, y ha pervivido en la memoria como el genio dentro de la lámpara. ¿Recuerdas? la lámpara del cuento hay que saber frotarla para que el genio pueda revelarse; eso enseña la vida y la tierra.

Nací y crecí en un pueblo de meseta con monte y río donde la crudeza de la tierra enseña a vivir los ciclos y agita las entrañas. En invierno el frío voraz de la escarcha y los hielos empujan hacia dentro y en torno a las chimeneas hay gente que canta romances, en primavera llegan las flores cuando todos despertábamos a la vida, y los grandes paseos hasta el río del verano enseñan a fluir. Al llegar al otoño, cuando los manzanos se llenan de frutos, los mayores cuentan historias y desde las colinas del Duero a veces llega el aullido de la loba que ha dejado su manada para volver a empezar. Todo eso forma parte de mi herencia de mujer que olvidé al llegar a la ciudad. Cuando mi alma se congeló necesité buscar salida al laberinto atándome a un hilo muy fino que me llevó a la tierra de las amazonas donde Oriente y Occidente se unen, y hace miles de años la mujer y la tierra se hicieron una al servicio del alma del mundo, justo al lado del bíblico edén donde –por algo– la manzana sacó a los primeros hombres y mujeres del paraíso. Es allí donde, según Herodoto y los primeros historiadores, vivían las amazonas. Las ancianas tejedoras sembraron en el alma del mundo historias de diosas míticas cuyos periplos marcan caminos de curación y que aún hoy las viejas campesinas cuentan a sus nietas para que tengan bien presente que una mujer puede curarse cuando a una mujer se le hiela el alma.
Desde que comencé aquel viaje cada vez que alguien me cuenta una historia antigua, un mito o un cuento heredado suele ocurrir que siento como algo dentro de mí se abre para dejar que las palabras se instalen, fructifiquen y creen nuevos caminos; ¡nuevos comienzos!


Elena García Quevedo ( La tejerdora de vidas. Cuentos para sanar el alma femenina)

sábado, 20 de junio de 2015

Abrigando la ciudad

  Arte callejero y lanudo
Yarn bombing es arte callejero elaborado con hilo o lana... es un graffiti tejido. Sus brotes son imprecisos, ya que, algunos piensan que sus comienzos fueron en Estados Unidos y otros en Europa, apareciendo en Holanda en el 2004, pero una mujer tejana fundó un grupo en el 2005. Y Una artista callejera londinene, avanzó con el  concepto de abrigar objetos.
Magda Sayeg decidió adornar el picaporte de su tienda con una funda de lana tejida por ella misma como acto de protesta ante la fealdad de su ciudad.
La respuesta a este acto fue inmediata y la gente empezó a copiar esta forma de expresión por todas partes, de hecho, no existe ningún mobiliario urbano que no haya sufrido una intervención con lana. 

 Hoy en día el movimiento ha crecido tanto que de repente hay explosiones de colores en  lugares que pasan desapercibidos por sus habitantes, y esa forma de arte se apodera de la ciudad y de sus habitantes.

Vemos con asombro esculturas, tanques de guerra, invadidos por este arte público, que dejan de ser convencionales, con este arte callejero, Es divertido ver que tejer para decorar el hogar, y dar un toque femenino, se traslada a las calles . A veces asocian este graffiti lanudo, con conceptos políticos, de protesta para alborotar y provocar a las masas. No es más que una guerrilla de tejedoras que asaltan con lana un espacio público.  
 Todas las obras de Yarn bombig son diferentes y llevan la esencia de lo artistas. Pero existe una característica común, las obras son coloristas, alegres y llaman la atención de los ciudadanos.





miércoles, 10 de junio de 2015

La tejedora de vidas

Hay una tejedora que habita en el alma de toda mujer para enseñarle a mirar su tiempo como un gran ovillo y sus dones como las agujas con las que dar formas a su vida. La tejedora del alma enseña a deshacer las zonas muertas y hacer alquimia con ellas transformándolas en abono para seguir adelante.
Así comienza La tejedora de vidas, una historia de sanación bordada con las historias de muchas mujeres que durante generaciones aprendieron el lenguaje del alma para llegar a lo más recóndito de su ser. Trazaron mapas de vida con los cuentos de sus abuelas y cosieron con leyendas los pedazos de su corazón resquebrajado. Hemos recopilado estas narraciones y con ellas, la autora ha creado este hermoso libro para ayudarte a sanar, conocerte y amar.

Elena García Quevedo es Doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado como corresponsal en Oriente Próximo y es co-guionista de películas como Invierno en Bagdad, Invisibles y el documental ¿Generación Perdida?Autora de la obra de teatro El olor del café y de las novelas La voz de la tierra (2010), Viajes que despertaron mis 5 sentidos (2011) La voz de los sabios (2013) y Luz la niña chamán (2014).

lunes, 1 de junio de 2015

El día mundial de tejer en Publico


Fue en el 2005 cuando la joven Danielle Landes de Denver pensó en la idea de organizar una comunidad de personas a las que les gustase tejer. Fue entonces cuando creó el World wide knit in public day (WWKIP). El día mundial del tejer en público, donde alrededor de unas 20 localidades se lucieron e hicieron eco del día y quisieron participar. En el 2008 se trasladó a más localidades de EEUU. Australia. Sudamérica y Europa. 

Numerosos países y ciudades se han sumado a la cita en la que gente anónima se reúne para tejer y pasarlo bien.






 Me recuerda mucho los Haflas. Todas estás iniciativas ayudan hacer más alegre la ciudad. o los poblados donde siempre se pasa muy bien haciendo lo que nos apasiona. 




Por regla general el Día mundial de tejer en público es el segundo sábado de junio, a cada año. Si estás interesada y deseas informarte sobre eventos organizados en tu país, puedes entrar a la página de WWKPD y averiguar si hay un evento programado, pero también puedes organizar uno tu, y dejar los datos en la página.
Como pueden ver, es posible que se termine quebrando el tabú, aquella imagen de que únicamente la abuelita teje.
En Chile, Argentina e Uruguay, El día mundial de tejer en público Como en el resto de ciudades del mundo, la convocatoria se inicia siempre el segundo sábado del mes de junio y termina el tercer domingo del mismo mes, por lo que este año todas las acciones empiezan el sábado 13 y terminan el domingo 21.




Tejer con fines benéficos


Alguno de sus objetivos, son por ejemplo alegrarse y crear lazos sociales, aprender, tejer con fines de beneficencia. Además de extirpar el mito de que solo las Abuelas tejen, 


Los amantes del tejer se darán cita en la plaza del Encuentro en Mercedes, y en Montevideo, el lugar de la reunión será en el Centro cultural Goes. 
Al final del mundo en Chile se están organizando, para celebrar en las Terrazas de la plaza Vespucio, en la Florida. La tertulia, está uniendo a dos club de tejidos en su ciudad. Los horarios son similares este Sábado 13 de junio de 14.00 a 20.00.

El objetivo de este año es el de hacer cuadrados de ganchillo o dos agujas para donarlos a la Cruz Roja. Las próximas reuniones en distintas localidades tanto en grupos chilenos como uruguayos tienen fines de ayuda social dedicada a distintos proyectos como la ayuda a los desafortunados de desastres naturales en Chile, o de niños con problemas sociales y familiares, como también a personas en situación de calle.

Lo que empezó como una iniciativa para que los tejedores se reunieran y tejieran en compañía. Al día de hoy, se ha convertido en el evento más grande de tejedores de todo el mundo.

Me gustan los movimientos sociales que defienden la recuperación de técnicas tradicionales, por eso te invitamos a formar parte de tejer en público. Hoy tejer es tendencia, Por hombre mujeres, jóvenes y niños ¿te animas a tejer con nosotros?