Relacionado con la familia y una tradición vinculada con las abuelas o mamás que tejían, el color rojo corresponde a una protección energética se vierte de un elemento íntimo y femenino que se usa desde la niñez.
La lana bien se conoce por su propiedad para conservar la temperatura, ya que en un ambiente seco, la lana es capaz de perder su humedad, y absorber el calor.
Por estos días hay una exposición muy interesante sobre este tema en el rubro de arte textil de inconscientes colectivos, en la casona de Nemesio Antúnez, donde un grupo de artistas convocado por Tomás Clemens, lo conforman Gladys Ahumada, María Teresa Benavente, Rocío Gómez, Eliana Jerez, Susana Molina, Carolina Oliva y Carolina Raggio, quienes desarrollaron este trabajo de artes visuales, desde comienzos de 2019. Él citó a un grupo de artistas para materializar su obra que se remonta a mayo de 2019 dentro de sesiones creativas, lluvia de ideas, copitas de vino, se empezó hablar de tradición, orígenes y ancestros dio lugar a esta muestra de calzón rojo.
Mediante el uso de diversas técnicas, soportes y materiales textiles como el fieltro, tejido, bordado, fotografía, telas, lanas y alambres, las integrantes del colectivo exponen su visión del cuerpo femenino, de la protección a la desprotección, de la privacidad a la exhibición.
El colectivo presenta 7 obras individuales del tema que convoca; además se suma a la exposición una pieza elaborada de forma grupal. Se trata de “Tripas”, instalación transitable realizada con más de 600 metros de vísceras de material textil.
