En un rincón de la casa descansan los ovillos que la Tejedora elige. El silencio interior se entrelaza con el murmullo de la radio, cada tanto se alternan música y palabras.
Mientras avanza en su tarea, la artesana transforma el tejido y también ella cambia sutilmente… casi sin darse cuenta.
Sentada en una silla cerca de la ventana está la mujer que teje y no está sola. La acompaña su historia, su madre, su abuela y más. Mientras pasa a la siguiente vuelta va enlazando a otras tejedoras, a sus amigas, a sus maestras de vida, a sus vecinas.
Continúa sumando puntos mientras la lazada le habla de los tiempos difíciles, de los días de felicidad, de los miedos del presente y los sueños del futuro.
Ella teje la trama… teje la vida. Convierte lanas de colores en abrigos y pensamientos en memoria activa.
Cuando la miran a la distancia, parece quieta, es imperceptible el movimiento de sus manos, pero nada en su actitud tiene que ver con la quietud. Ella es acción y metamorfosis. Es creación. Expresión.
Ella es una TEJEDORA.
Hoy es su día, es el momento para rendir homenaje a las manualistas incansables. Esas mujeres que aman lo que hacen y expresan su creatividad en cada prenda.
Esas mujeres que transmutan las horas en tejidos multicolores que encierran buena energía e hilos de amor.
La vida es bella.
Namasté
Mirta
jueves, 13 de julio de 2023
Ella teje...siempre teje
Suscribirse a:
Entradas (Atom)